Comentario
La formación, a lo largo del siglo IV a.C., de una nueva elite dirigente en Roma constituyó un hecho político por el que se posibilitaba que los plebeyos ricos, antes marginados, pudieran ahora entrar también en la clase dirigente y acceder al consulado (367 a.C.). En realidad, el surgimiento de la llamada nobilitas patricio-plebeya fue el factor que inició una etapa de la historia de Roma durante la cual se destacan dos hechos característicos: el profundo avance y desarrollo económicos y la nueva articulación de la sociedad romana.
El saqueo de Roma por los galos en el 390, por traumático que fuera en su momento, tuvo poco efecto sobre el desarrollo interno de Roma o sobre el proceso de conquista, pese a que muchos historiadores han magnificado su importancia. La tierra adquirida a raíz de la conquista de Veyes fue repartida entre los plebeyos de Roma, lo cual tuvo como resultado la creación de una nueva y enorme reserva de soldados campesinos. Hacia mediados del siglo IV a.C., Roma dominaba el sur de Etruria, había superado sus desgarradoras luchas sociales y se encontraba inmersa en un proceso de desarrollo cargado de vitalidad y rapidez.